PRIMER PERIODO




CONSULTA 1
Abusos frecuentes en las redes sociales
Las redes sociales son un arma de doble filo. Aparentemente se crearon para conectar individuos, mantener conversaciones con personas que no ves de manera habitual o conocer a gente con gustos similares a los tuyos y con los que jamás hubieras pensado en hablar. Sin embargo, también han derivado en otro tipo de problemas, problemas cada vez más habituales que viven día a día millones de personas en el mundo.
Facebook, Twitter o Instagram pueden resultar entretenidas si estas complementan tu vida o si haces un uso responsable y coherente de ellas. Los excesos siempre son malos, estar pendiente de la información o lanzar mensajes a tus amigos virtuales puede hacer que desatiendas tu vida "de verdad". No descuides el trabajo o los estudios por personas que no conoces, esto supone un problema y terminarás aislado, olvidándote de vivir con tus amigos/familia/pareja fuera del confort del mundo virtual.
Son muchos los beneficios y los cambios que la tecnología trajo a nuestra vida, pero es necesario también estar atento a lo que puede resultar tóxico.
Numerosos investigadores se muestran preocupados por lo que está pasando de manera colectiva con el uso y abuso de las redes sociales. Las redes sociales nos magnetizan. El tiempo se nos vuela mientras recorremos y espiamos la vida de los demás en Facebook, Instagram o cualquier red social. Cada vez es más difícil concentrarse y fijar la atención en una sola cosa.
¿De qué manera las redes sociales afectan a la salud mental?
Muchos jóvenes no han conocido un mundo sin acceso a Internet y redes sociales. El uso diario, o casi diario de Internet, ha aumentado rápidamente en la última década. En 2007, sólo el 22% de las personas del Reino Unido tenían al menos un perfil en las redes sociales; mientras que el 2016, esta cifra había aumentado al 89%. Ser un adolescente es ya bastante difícil, pero las presiones a las que se enfrentan los jóvenes conectados a las redes, son sin duda únicas para esta generación digital.
Sabemos que las redes sociales más populares son fuente de innumerables beneficios y ventajas para sus usuarios, pero también generan efectos secundarios poco saludables. Un nuevo estudio, realizado entre jóvenes británicos, se centra en un problema muy particular: el bienestar y la salud mental de los usuarios de estas aplicaciones, sobre todo Instagram, la que se considera la peor red para la salud mental de los adolescentes.
Otro problema que plantea es que la información que leemos sólo confirma las propias  opiniones. Esto hace que nunca o casi nunca nos veamos enfrentados a opiniones radicalmente opuestas, con las que sería necesario debatir. Pensar. Disentir. Y no sentirse tan confortable y cómodo entre los que piensan igual.
En Facebook, por ejemplo,  el algoritmo privilegia la información de las personas con las que se tiene mayor interacción. Estas personas generalmente tienen similitudes ideológicas. De este modo, cuando abres esta red social la información que te llega confirma tu tipo de pensamiento. Por otro lado, mucha gente bloquea al que piensa distinto, sencillamente porque lo incomoda o irrita, saber que no están de acuerdo. Y les resulta un esfuerzo insoportable tolerar esa diferencia de pensamiento.
Todo esto no propicia el pensamiento crítico. Y nuestro cerebro se vuelve perezoso. Prefiere información que  no confronte con sus opiniones. Sentirse seguro y cómodo en un universo que repite las propias opiniones va adormeciendo la capacidad crítica del pensamiento. Y nuestro modo de pensar se vuelve flojo, dormido, cómodo, sin ganas de hacer esfuerzo ni de ponerse en el lugar del que piensa de otro modo.
También, el uso de redes sociales, nos ha hecho más narcisistas. Nos hemos vuelto adictos a los likes. Afirman algunos especialistas que éstos generan la hormona de la recompensa en nuestro cerebro: dopamina. Subimos cualquier cosa a la red con tal de recibir muchos likes.
Los efectos negativos:
Ansiedad y depresión: El estudio ha demostrado que cuatro de cada cinco jóvenes afirman que el uso de las redes sociales provoca que sus sentimientos de ansiedad empeoren. Ver amigos constantemente de vacaciones o disfrutando de las noches, puede hacer que los jóvenes sientan que se están perdiendo cosas mientras que otros disfrutan de la vida. Estos sentimientos pueden promover un "comparar" y un efecto de "desesperación".
Dormir: Numerosos estudios han demostrado que el uso creciente de redes sociales tiene una asociación significativa con la mala calidad del sueño en los jóvenes. Utilizar las redes sociales a través de teléfonos, ordenadores portátiles y tabletas por la noche antes de dormir también está relacionado con un sueño de mala calidad. Se piensa que el uso de luces LED antes del sueño, puede interferir y bloquear procesos naturales en el cerebro que desencadenan sensaciones de somnolencia, así como la liberación de la hormona del sueño, la melatonina.
Imagen corporal: El estudio ha demostrado que cuatro de cada cinco jóvenes afirman que el uso de las redes sociales provoca que sus sentimientos de ansiedad empeoren. Ver amigos constantemente de vacaciones o disfrutando de las noches, puede hacer que los jóvenes sientan que se están perdiendo cosas mientras que otros disfrutan de la vida. Estos sentimientos pueden promover un "comparar" y un efecto de "desesperación".
Acoso cibernético: El acoso durante la infancia es un factor de riesgo importante para una serie de problemas, incluida la salud mental. El aumento de las redes sociales ha hecho que casi todos los niños y jóvenes estén en contacto constante entre ellos. La jornada escolar permite interacciones cara a cara y el tiempo en casa está lleno de contactos a través de las plataformas de las redes sociales. Aunque buena parte de esta interacción es positiva, también presenta oportunidades para aquellos que quieren continuar con su abuso incluso cuando no están físicamente cerca de un individuo.
Los efectos positivos:
Auto expresión e identidad propia
Hacer, mantener y construir relaciones
Delitos a través de las redes sociales
Los delitos que se cometen a través de las redes sociales, delitos que en realidad son los mismos que los no cometidos a través de estos medios tecnológicos, entre los que se encuentran: amenazas, revelación de secretos, robos de identidad, usurpación de la identidad, delitos cometidos contra la imagen y el honor de la persona, creación de perfiles falsos, pornografía infantil, etc.
Delitos de contenido sexual por redes sociales
También, cada vez más, se cometen delitos de contenido sexual, por personas adultas que, amparándose en el anonimato o haciéndose pasar por menores de edad, tras configurar algún tipo de juego, llegan a captar imágenes de menores, a través de la webcam, y a captar fotografías de los menores en situaciones de desnudez, que después trafican, llegando a ser un auténtico delito de posesión y distribución de pornografía infantil, o lo que se conoce como “grooming” o acoso o extorsión de carácter sexual.
Unas doscientas imágenes con contenido de pornografía infantil aparecen cada día en la red. Según los eurodiputados, los Estados miembros no hacen lo suficiente para prevenir este tipo de delitos.













































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